Otro de esos recuerdos ochenteros que nos retrotraen a la década prodigiosa, la Motoretta de G.A.C marcó un antes y un después en lo que a bicicletas se refiere, fué la primera gran marca que apostó por una bici con «capacidades» de campo. La marca BH había sacado la bicicross casi a al vez, pero GAC dió primero.
La Motoretta G.A.C era la bicicleta de los chicos malos del barrio. Cuando montabas en ella y el viento te daba en la cara, te sentías el rey de la calle, la autentica reyna de los billares del barrio.
Tenía algunas curiosas características e innovaciones técnicas muy avanzadas para la época. Por ejemplo el gran detalle de los muelles de la horquilla, tremendo pero INUTILES ja, ja, simplemente de adorno, si, de adorno, porque no hacían nada más que adornar, no servían como suspensión. También disponia de unos estupendos guardabarros cromados… que por cierto apenas cumplian su función. Tu te metías en todos los charcos del mundo pensando que estos dispositivos cumplirían la misión para la que fueron diseñados. En cambio obtenías una bonita mancha de barro en tu espalda y la consiguiente bronca al llegar a casa.
Otra increíble característica de esta máquina era su gran asiento en su segunda versión, la llamada Motoretta 2. En el podías llevar de paquete a algún amigo que no tuviera demasiado aprecio por sus testículos. Los que hayáis montado en la parte de atrás de una de estas Motoretas sabréis de lo que os hablo, pero básicamente el usuario de la parte trasera de esta maravillosa bici se veia deslizado hacia delante y acababa debajo del conductor. Para los que no, os diré que la mayoría de problemas de infertilidad, semen de mala calidad, espermatozoides vagos e impotencia que sufren algunos varones españoles, fueron provocados en su día por ir de paquete en una Motoretta.
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