Tal dia como hoy, el 10 de julio de 1985, los servicios secretos franceses perpetraron un atentado terrorista al «Guerrero del arcoiris» mientras estaba atracado en Auckland, Nueva Zelanda. En este atentado terrorista murieró Fernando Pereira, el fotógrafo portugués del grupo activista.

Fernando Pereira con su hijo
Este buqueo fue hundido por agentes de la Dirección General de la Seguridad Exterior francesa en 1985, para evitar una incursión en sus aguas territoriales, que Greenpeace quería llevar a cabo para protestar contra las pruebas nucleares que realizaría Francia en el Atolón de Mururoa, en el sur del Océano Pacífico. François Mitterrand, que era el presidente de Francia en aquel momento, habia ordenado y autorizado a la Dirección General de la Seguridad Exterior la puesta en marcha y ejecución de la Operation Satanique para impedir llegar a las aguas territoriales francesas al «Rainbow Warrior» para intentar impedir las pruebas nucleares en la zona.
El barco fue reflotado, pero las averías eran de tal magnitud que hicieron imposible su reparación de manera que fue transportado en 1987 hacia las islas Cavalli donde fue hundido para contribuir como santuario de fauna marina.
La historia de Greenpeace ha estado ligada al nombre de este barco por este hecho, además de ser su primer barco en propiedad.
En septiembre de 1971, los tres fundadores de Greenpeace habían zarpado hacia la isla de Amchitka, en Alaska, en un barco alquilado para protestar contra las pruebas nucleares que los todopoderosos Estados Unidos pensaban realizar en la zona. Al poco de comenzar la navegación, recalaron en una isla indígena, cuya tribu no sólo los acogió con toda amabilidad, sino que les familiarizaron con una de sus leyendas que marcaría el futuro de la naciente organización:
“Llegará un tiempo en que los pájaros caerán del cielo, los animales del bosque morirán, el mar se ennegrecerá y los ríos correrán envenenados. En ese tiempo, hombres de todas las razas y pueblos se unirán como guerreros del arco iris contra la destrucción de la Tierra”
Las palabras de los indios les impresionaron tanto que cuando adquirieron su primer barco no dudaron ni un momento en ponerle el nombre de “guerrero del arco iris” Rainbow Warrior. Con el único fin de preservar el medio ambiente y la defensa de la Naturaleza, los pioneros de Greenpeace siguieron su rumbo para evitar la explosión atómica, algo que no consiguieron. La Armada estadounidense les detuvo, pero su acción obtuvo tanto respaldo popular a nivel internacional que en poco tiempo la isla de Amchitka dejó de ser utilizada por Estados Unidos para sus pruebas nucleares.
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